CUESTIÓN DE CHAQUETAS
Querida Naroa:
La cena del viernes fue la primera vez que nos vimos y supongo que también la última. Tu encantador estilo y tus inmensos ojos verdes se esfumaron cuando te levantaste de la mesa y te fuiste de pronto, casi sin despedirte. Al menos nos dio tiempo para intercambiar nuestros números de teléfono, pero sospecho que no volveré a saber más de ti. Pero aunque así fuera, explicar por whatsapp lo que no pude terminar de contarte a los postres resultaría torpe además de inútil. Por eso te escribo esta carta.
La palabra política es tan fea que cuando se agrega a otra palabra tan bella como es madre la convierte en suegra. La frase del humorista Roberto Gómez Bolaños refleja brillantemente la situación que vivimos y que fue objeto de nuestra discusión. No recuerdo quién sacó el tema, lo cual no tiene nada de extraño porque hoy en día cualquiera habla de la crisis, lo mismo sentado en un escaño del Congreso que en el taburete de cualquier bar. Estuvimos hablando sobre la situación económica y comentamos algo sobre los recortes, los cuales, convinimos, son directamente proporcionales a los privilegios de la casta política. Debió de ser el vino, pero una cosa nos llevó a la otra y cuando surgió el tema del 15-M en tus bellísimos ojos –no puedo evitar recordarlos, disculpa- brilló un destello de orgullo cuando me confesaste tu participación en la comisión jurídica.
Ése fue mi fallo, lo admito. Ir más allá de las cuatro consignas que traías aprendidas de casa o de la facultad, qué más da. La cosa es que no lo encajaste bien. Pregunté cómo era posible que los letrados de la autoconstituida comisión ignoraran deliberadamente toda la legislación vigente relativa a reuniones y manifestaciones, que no es sino el desarrollo del derecho y a la vez de los deberes que recoge la Constitución. Que paralizaran la libre circulación de millones de ciudadanos en las plazas públicas y perjudicaran a los comerciantes (también ciudadanos) pese a sus constantes ruegos y protestas. Tu respuesta fue contundente: no estabais de acuerdo con esa ley. Ahí empezó nuestro desencuentro.
Imagina que cada vez que alguien considerara injusto el ordenamiento jurídico, en lugar de plantear democráticamente los cambios que considerara oportuno directamente se lo saltara. Que aparcara en reservados para minusválidos o frente a salidas de emergencia sólo porque estimase abusiva la normativa de tráfico. Que estuviéramos expuestos a que cualquiera zanjara una discusión cotidiana sobre cualquier tema pegándonos un tiro con una pistola adquirida sólo porque no está satisfecho con la seguridad que el Estado le ofrece ni con el reglamento de armas. O que, de esto ya existen antecedentes, asaltaran supermercados que consideran capitalistas con la peregrina excusa de ofrecer los alimentos robados a los comedores sociales. Comedores, por cierto, que se rigen por una normativa muy precisa y que ya se desgañitaron para explicar que nadie había dado vela a esos cuatro adalides de la justicia en este entierro.
Tal vez lo anterior pueda parecer complicado, Naroa, pero no lo es, créeme. Desde el momento en que cuatro o cuatro mil, da igual, se creen con derecho a repartir los carnés de demócratas, entonces la cosa peligra. Y mucho. Porque aunque te cueste admitirlo, y te aclaro que estoy de acuerdo contigo en lo injusto de este sistema, de la actuación de los bancos y de la poltrona de la casta política (¿quién puede no estarlo?), sois pocos los que actuáis así. Muy pocos, aunque hagáis mucho ruido. Por eso, a pesar de que los telediarios abran con vuestras caceroladas, continúen con vuestras manifestaciones constantes y cierren con vuestras denuncias contra el sistema, por eso, Naroa, jamás se ha logrado en este país un cambio político significativo en casi cuarenta años de bipartidismo y ciertos partidos no obtienen los votos suficientes como para que el mismo Sistema D´Hont que tanto critican les favorezca descaradamente. Porque en millones de hogares habitan personas muy jodidas con la crisis y sus consecuencias. Las mismas personas que, nos parezca bien o mal, se sienten españolas, no ya de izquierdas o de derechas sino de una amalgama interminable de combinaciones más o menos ideológicas que contemplan sus propias ideas. Y cuando varios miles pretenden hacerse pasar por la voz de otros tantos millones, y éstos no ven en las protestas y manifestaciones ningún proyecto ilusionante, moderno, actual, sólo la rancia profusión de banderas republicanas y nacionalismos insolidarios, entonces algo les huele mal y recuerdan los primeros recortes de un gobierno de izquierdas, cuando callabais, domesticaditos, hasta que palpasteis el latido del cambio hacia la derecha en la futura cita electoral, y os echasteis a la calle sin ofrecer, por desgracia, otra alternativa que el mismo refrito del puñetero y estúpido revanchismo español. En otras palabras, esos ciudadanos concluyen lo que las urnas demuestran legislatura tras legislatura: que es un simple quítate tú para ponerme yo.
Mencionaste a ciertos partidos de izquierdas como alternativa. Podría ser. Si no fuera porque tampoco renuncian a sus prebendas vitalicias no ya para ofrecer caridad (en palabras de Llamazares), sino por dar un maldito ejemplo que nos convenciera de que, a diferencia de otros, basan su existencia en hechos y no en desgastadas promesas. Partidos que cuando han tenido la llave para que otras formaciones conquisten la alcaldía en varios municipios han sorteado con medias verónicas la responsabilidad en educación o asuntos sociales para hincarle el diente a la jugosa concejalía de urbanismo. Vaya por Dios. Hasta contemplé con esperanzada curiosidad al partido que llegó a la Junta de Andalucía prometiendo justicia e imparcialidad en el millonario escándalo de los EREs y que ahora pastelea con maniobras sucias y pasilleras para que sus socios de gobierno salgan indemnes de tamaño disparate. Te apuesto otra cena, Naroa, a que políticamente todo queda en nada. Mismos lobos, distintas pieles. La pena de todo esto es que, como es habitual en España, los partidos no ganan las elecciones sino que son los gobiernos los que las pierden. Y como consecuencia natural de este axioma, tarde o temprano otra ideología será aupada al poder y cuando, como así ha sido en nuestra historia, cometa desmanes y abusos con vuestro silencio cómplice, todo seguirá igual hasta el próximo cambio, cuando volveréis a rebrotar con energías renovadas. Qué poco habremos ganado y cuánto perdido para entonces.
No cometas el tremendo error de tomarte esto como una defensa de la derecha. Al contrario, le sobran ejemplos de corrupción y de desvergüenza. Simplemente intento explicar lo que ni tú ni otros tantos querréis aceptar nunca: que muchos no tragan con vuestra simplista versión del problema. Supongo que por eso aplaudíais en vuestras asambleas agitando las manos al aire. No hay más sordo que el que no quiere oír.
A día de hoy no existe una opción veraz. Nadie, ni la derecha, ni la izquierda ni la puta que los parió han demostrado algo distinto a la adicción a la poltrona, al dinero, al coche oficial o a la prebenda barriobajera. Nada que convenza a esos millones de electores que democráticamente son de izquierdas o de derechas y que no se sienten representados por esos chimpancés descerebrados que levantan el brazo y el águila de San Juan mientras compiten por ver quién grita más fuerte “Viva España”, pero tampoco por una simbología republicana caduca, con olor a naftalina de posguerra y que parece no tener en cuenta que una república no convierte automáticamente a todos sus ciudadanos en progresistas de izquierdas (¿te suenan los Estados Unidos?).
Piensa en lo que te estoy diciendo, Naroa. Sé crítica con todo el sistema, no sólo con el de ahora sólo porque es de derechas. Mañana será de izquierdas y yo quiero seguir viéndote ahí, defendiendo con la misma pasión aquello que crees que es justo y cuestionando los desmanes y errores del gobierno de turno. Entonces me creeré tus ideas. Y tú habrás dejado de arrogarte el papel de representante única del pueblo sólo porque a las manifestaciones acudís cientos de miles, del mismo modo que de la ingente cantidad de hinchas del F.C. Barcelona o del millón y medio de asistentes durante la última visita del Papa a nadie se le ocurriría la estupidez de inferir que toda España es católica y del Barça.
De veras que lamento no haber podido disfrutar lo suficiente de tu compañía y tus argumentos, amiga mía. Es desalentador estar tan de acuerdo en el fondo pero tan alejado en las formas. No obstante, quedo a la espera de tu respuesta o de un próximo reencuentro, que tal vez se produzca en una manifestación a la que acudiremos juntos. Una manifestación en la que espero ver algún día una bandera, una sola, de España, sin que su portador sea abucheado o amenazado. Donde todas las ideologías democráticas estén representadas por conciudadanos, y no por simples adversarios de la consabida guerra de chaquetas rojas y azules que es este disparate en el fondo. Cuando una sola manifestación del 15M logre esto, entonces yo, y algún que otro millón de ciudadanos, estaremos ahí. Mientras eso no ocurra, no tengo más remedio que responderte con ese eslogan que tanto te gusta y que quiebra tu dulce voz después de cada manifa. El único con el que todos parecemos estar de acuerdo: que no me representáis. Que no.
Uyssss, Rudo Safer… Creo que conmigo también tendrías alguna que otra desavenencia. Sí. Aunque no fui ni he ido a ninguna manifestación fruto del movimiento social originado alrededor del 15 de marzo pasado, puedo entender el porqué tanta gente salió a la calle. Las leyes están para respetarlas, en eso estamos de acuerdo -muy, pero que muy de acuerdo-. Pero convendrás conmigo en que, en la escala de las irregularidades normativas, las hay muy gordas, que están en los peldaños más altos -por considerarse delito- y las hay pequeñitas, tan pequeñitas, que son infracciones administrativas, sin más -lo del aparcamiento en una plaza de minusválido, por ejemplo-. Y cuando resulta que los de a pie vemos -y veíamos-, un día tras otro, que se nos está, literalmente, tomando el pelo y que ese rasurado al cero no es cuestión de un partido político en particular sino de los dos que gobernaban España por esas fechas -te recuerdo que el PSOE gestionaba los designios del Reino de España pero el PP regía el destino de gran parte de las comunidades autónomas de este país… con la ingente cantidad de competencias que tienen asumidos estos mini-gobiernos descentralizados, la responsabilidad de la crisis actual es de ambos partidos- lo que pasó en vísperas de las elecciones fue poco para lo que hubiera cabido esperar.
Sabes, mucho mejor que yo -¡ande va a parar…!- que el derecho de reunión es algo vital y casi intocable en todo estado democrático que se precie. Que cuando hablamos de derechos fundamentales, algo por lo que se luchó tanto y que costó conseguir sangre, sudor y lágrimas, su protección está estudiada y regularizada casi al milímetro. Y sí, se exige una comunicación previa a la Delegación del Gobierno de turno para que ésta estudie la viabilidad del recorrido, la presunta peligrosidad de la concentración, el solapamiento con otras manifestaciones, etc… Pero a no ser que se sospeche que tras la convocatoria se esconde la intención de cometer delitos o que el orden público vaya a ser alterado gravemente, las autoridades han de limitarse a dar el visto bueno. Las acampadas, si no recuerdo mal, no tuvieron petición previa, pero la manifestación que originó todo el movimiento, sí -¿fue un domingo?…-. Y de verdad que me cuesta aceptar que que estos acontecimientos paralizaron la libre circulación de millones de ciudadanos. Me cuesta mucho.
-corto y sigo en otro, que mi comentario es muy largo y Blogger me lo capa-
Por decirlo de alguna manera, tuvimos y hemos tenido suerte. Y la hemos tenido porque los que salieron a la calle, aunque a ti no te representen, estaban y están en su derecho de protestar por algo que no les gusta. Y eligieron hacerlo, salvo las excepciones que todos hemos visto y que los Cuerpos de Seguridad del Estado ya conocen en su mayoría con nombres y apellidos, de una manera pacífica -todo lo pacífico que puede ser un movimiento de masas que reclama por algo que cree injusto-.
¿Qué hubiera pasado si a todos esos manifestantes les hubiera entrado la vena pirómana y hubieran ardido gran parte de los vehículos que conforman el parque automovilístico de Madrid? Por poner un mero ejemplo…
Menos mal que se organizaron, menos mal que pretendieron demostrar que el diálogo es posible, menos mal que supieron frenar los posibles brotes de violencia…
Te podrán parecer planteamientos simplistas y, fíjate, ahí tienes parte de razón… Podrás responderme que un movimiento espontáneo que persigue una mejora social del sistema pero que no lo plasma -por carecer de una organización que respalde el movimiento y que pase de lo teórico a lo práctico- y que tan solo ejercer el derecho al pataleo no sirve de nada… Podrás hacerlo y seguramente lo harás. Déjame que te anticipe mi respuesta: sí que sirve… y sirve para despertar conciencias y para que la palabra «política» -que no es una palabra fea, bien al contrario- retome su significado primigenio y se utilice para que el ciudadano se implique de nuevo en el acontecer diario de su ciudad, de su comunidad, de su país…
Las leyes, para bien unas veces y para mal, otras, son cambiantes. Y su vigencia no les otorga, por si sola, el calificativo de beneficiosas o perniciosas. Si una ley, para una parte de la ciudadanía, no se ajusta a lo que ese sector piensa que es lo mejor para ellos, están en su perfecto derecho de evidenciarlo mediante campañas, manifestaciones, conferencias… y hasta peticiones populares al Congreso. E insisto, a ti no te representarán, pero a ellos, sí. No creo que se arroguen el poder de otorgar el carnet de demócrata si estás con ellos, o de negártelo si no los apoyas. Sin ir más lejos, Rajoy cometió hace unos días el mismo error del que tú acusas a los correligionarios y seguidores del 15M… los que se quedaron en casa son los buenos españoles, los resignados, los silenciosos… y no. Eso no es así…
Corto y sigo en otro…
Queremos un sistema perfecto y no nos damos cuenta de que algo creado y regido por humanos jamás podrá ser perfecto… La corrupción nace con nosotros. Unos pocos la desarrollan y otros la borran de sus conciencias para el resto de sus días. Creo que en este último grupo estamos la mayoría.
Me da igual que la bandera de mi país sea blanca, roja o que lleve el naranjito en su centro. Es un símbolo diseñado por los hombres para identificar un territorio. Que nos enfrentemos por algo así dice muy poco a nuestro favor.
Lo dejo aquí… bueno… antes te «regalo» un enlace a algo que sí que «no es» una reclamación justa e importante… a algo que es un claro ejemplo del simplismo del que hablas, algo que, para nuestra desgracia -la de todos- es una gran chorrada elevada al culto de la supina imbecilidad…
http://xurl.es/hnv30
Salomé
Pdta. Perdona el desorden expositivo… he ido a salto de mata y lo de escribir en estos campos-cajitas me descentra. Un abrazote
Querida Salomé:
Espero que sigas bien y tan ilusionada y risueña tanto en tu vida personal como en tus aficiones foto-botánicas 😉
No pretendo generar un debate principalmente por falta de espacio y, permíteme la alusión, porque creo que en el artículo mis palabras están suficientemente matizadas. Todo lo demás es la sana opinión y discrepancia de quien se toma la molestia de leer mi opinión (un placer) y de meditar sobre ella (un honor).
No repetiré la obviedad de afirmar que todos formamos parte del mismo sistema, el mismo que aquellos de los que lo hablo en el texto no están dispuestos a respetar aunque, a los hechos me remito, la sociedad puede que les dé la razón en el fondo (yo mismo) pero en absoluto en las formas.
Ya he dejado claro, insisto, en que como ciudadano y parte de esta película no sólo acarreo mi parte de la crisis sino que comparto muchas de sus inquietudes, que son las mismas que preocupan al resto de la sociedad. De la sociedad, repito, no de un grupo más o menos numeroso que sin orden, concierto ni alternativa (esto último lo han reconocido ellos mismos tras descubrirse sus enormes disensiones internas; ahí están las hemerotecas) afirma que la representa. La realidad demuestra que no es así porque ese ejercicio democrático (o lo más parecido a él que tenemos) que son unas elecciones arroja permanentemente otro resultado. Entiendo que hay gente a la que le gustaría que se celebraran elecciones cada domingo hasta que saliera elegido el partido que les conviene pero claro, la idea como que no cuaja en el pueblo llano.
Caes en la pequeña trampa del artículo, Salomé, aferrándote al ejemplo del aparcamiento para minusválidos (que no por liviano deja de ser incívico), además de ignorar otros que añadí deliberadamente. Y ahí está el problema, insisto. Cuando algunos quieren clasificar qué normas hay que cumplir y cuáles no bajo sus propios criterios, chungo. Venga, otro ejemplo. Si los que asaltaron el Mercadona (algunos profesionales del auto magreo genital a dos manos) y amedrentaron y empujaron a sus trabajadores porque en su “escala normativa” la vida no es justa hubieran recibido una soberana patada en tal zona que hubiera dispuesto los espermatozoides del bandolero andaluz en perfecta fila india, ¿hubiera sido violencia? ¿mayor o menor que la ejercida por los asaltantes? Por rematar el asunto, las amenazas, las coacciones, los daños o los desórdenes públicos están penados –de media- con hasta cinco años de prisión, ¿de veras crees inteligente y útil considerar que como el sistema es una mierda o ciertos políticos están imputados por penas mucho mayores está justificado el cometer esos delitos para fundamentar una protesta? Porque viandantes, comerciantes, incluso medios de comunicación presenciaron y denunciaron los tipos penales que expongo durante la ocupación de la que fue objeto la Puerta del Sol y los ciudadanos de Madrid durante meses (que a esto me refería y no a una manifestación en domingo, por cierto). Para meterse en según qué jardines normativos están los legisladores, un tal Fiscal General del Estado y el los jueces. Los mismos ante los que los imputados por los hechos expuestos se declaran insumisos pero que luego aplauden con el chichi haciéndoseles pepsi cola cuando otro juez, en auto motivado, se pronuncia a su favor. Lo dicho, demócratas de toda la vida.
Hablas también del PP y PSOE, y no puedo estar más de acuerdo contigo. Pero te reto a que expongas aquí los desmanes (algunos presuntos, otros ya demostrados) de grupos políticos que se postulan como salvadores de la causa. Por si acaso, permíteme que caliente motores. Podríamos hablar de la dimisión del concejal Silva de IU en Sevilla por sus viajes al Caribe acompañado de su corte y pagados adivina a cargo de qué erario, o lo gastado por el mismo ayuntamiento a cargo de sus famosos “presupuestos participativos” en proyectos tales como “la observación de las estrellas en el cielo de Triana”. O por volver a tiempos más recientes, la advertencia del Tribunal de Cuentas de que Compromís gastó irregularmente en Valencia más de 300000 euros durante la última campaña electoral. Y ahora, si tu visión del asunto no ha perdido grados ni en su amplitud ni en su justicia, continúa tú.
En cuanto a lo de saber frenar brotes de violencia, discrepo. Porque la violencia no sólo se frena no ejerciéndola, sino gritando en voz muy alta que aquellos profesionales del altercado (con múltiples antecedentes penales muchos de ellos) no representan al movimiento que sea. Pero en vez de eso, toda la furia, las críticas y las denuncias según las leyes (las mismas que consideran injustas, te recuerdo) van dirigidas a la policía, a los presuntos-infiltrados-policías-delincuentes y a todo bicho que se mueva sobre el horizonte. Eso es lo que se llama en mi tierra jugar a caballo ganador. Si todo va bien, qué buenos somos. Si hay algún problema, qué malos son. De nuevo te animo a que pongas aquí un enlace, uno solo, del 15M o DRY o cualquier otro que eleve esa voz crítica y autocrítica al mismo tiempo. No lo encontrarás.
Por último, permíteme que matice tus propias palabras a modo de despedida. Desde luego que la política no es fea (la expresión, como bien has leído, proviene de una frase irónica e inteligente de un gran humorista), pero muchos no nos fiamos de los ciudadanos que la cuestionan y que, en lugar de implicarse cambiando el sistema desde el sistema, pretenden poner patas arriba todo lo que hemos ganado (no sólo SU derecho a manifestarse, sino también NUESTRO derecho a circular libremente, a preservar nuestros negocios sin ser asaltados por sindicalistas del SAT o a ser regidos por aquellos que salieron elegidos por NUESTRO derecho al sufragio universal y que lo hacen desde un Parlamento que cierta “comisión” pretende que sea disuelto sin otros motivos que por sus santos cojones). ¿Qué pasaría si los cenutrios de extrema derecha de los que también hablo en el artículo pretendieran lo mismo cuando gobierne IU? ¿Te parecerá democrático? ¿Por qué no? En su escala normativa ellos piensan que sí…
Aquí queda exprimida mi respuesta que no significa, en definitiva, más que hasta ahora la izquierda y la derecha no han demostrado más habilidad política que el buen uso de la desmemoria de los ciudadanos. Lo que ocurre es que todavía hay desmemorias rojas y azules, y algunos hemos terminado por ser desmemoriados incoloros. Termino resumiendo mi filosofía con una realista y práctica frase del clérigo francés Bossuet: “La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir”.
Un abrazo.
Rubén, no quito ni una coma de tu artículo. Tienes la gran facilidad, o al menos haces que parezca fácil 😉 de expresar lo que pensamos la inmensa mayoría. Seguramente la mayoría de los participantes en el 15M, ven a los empresarios como «explotadores» o algo mucho peor… Hay miles de pequeñas empresas en España dirigidas por empresarios que tienen su vida LITERALMENTE puesta en levantar (ya más bien salvar) su negocio. Que te miran a la cara como pueden y te dicen que no solo tienen el peso de su familia sobre su espalda, sino que quieren dar hasta su último aliento por ti y por tu familia. Porque saben que de su negocio viven muchísimas personas. Y ESTO OCURRE. Habrá quien no lo crea, seguramente la misma persona que diga que empresario = explotador… la misma persona que se preocupa muy mucho de entrar y salir de su trabajo a la hora que toca (¡¡ni un minuto más!!) y de decir cada dos por tres… ¡A mí no me pagan para hacer eso que me mandas ahora…!!
En fin, lo que quiero decir es que en España hay muchísima gente pasándolo realmente mal, y lo último que desean es unirse a una manifestación que ha acabado por politizarse, donde sale un tal Gordillo con barba de 3 años y los dientes podridos (para estar más a tono con la imagen que pretende dar…) pero que con solo repartir una parte de lo que gana entre los más necesitados (tipo Robin Hood como él se siente), no le haría falta ROBAR en un Mercadona.
En fin, que yo me quedo con gente como el empresario que he citado anteriormente. No por su condición de empresario, sino por su condición de persona responsable y luchadora… Y afortunadamente hay muchísima gente así
Una respuesta rápida -mis neuronas no dan más de sí esta noche- y sólo en lo referente a lo que expones sobre la clasificación de normas -las que se cumplen y las que unos y otros nos saltamos a la torera y a veces, sin ser tan siquiera conscientes de que lo estamos haciendo-: no me aferro al ejemplo del aparcamiento de minusválidos; simplemente lo menciono porque sí que existe una escala normativa que clasifica las infracciones que los ciudadanos cometemos con respecto a un sistema económico y social que nosotros mismos nos hemos otorgado. Y estoy hablando de normas em general, en las que están incluidas las leyes pero también los reglamentos… Por tanto, resultará incívico, sí -y lo es, al igual que la jodida costumbre de aparcar en los pasos de cebra…- pero no es un delito. Si establecemos analogías, lo lógico es que las partes comparadas estén equiparadas. Si hablamos de vulnerar el derecho de otros ciudadanos -los que no se manifiestan- a circular libremente por donde les venga en gana, estamos hablando de un derecho fundamental… Si hablamos del derecho de reunión y manifestación de otros ciudadanos, también estamos hablando de un derecho fundamental… dos derechos vitales enfrentados… A eso me refería, quizás no me he expresado con corrección. Si millones de ciudadanos hubiesen visto limitado o imposibilitado su derecho a circular libremente por su país porque unos cuantos miles de compatriotas hubiesen decidido ejercer el derecho de manifestación, creo, sinceramente, que el asunto se hubiese resulto de otra manera.
Lo del asalto a Mercadona es una soberana majadería, sin más: no el hecho en sí, que también… majaderos son los que lo realizaron. Y quiénes han aupado a Gordillo a una especie de Robin de los Bosques a la española, unos fariseos reaccionarios -y digo bien, reaccionarios- que en lugar de intercambiar mercaderías, comercian con retuits en Twitter e imágenes ingeniosas en Facebook para postularse como adalides de este movimiento que dices que no te representa.
Ser ecuánime en situaciones así es harto complicado. Y créeme, yo te he escuchado, he prestado atención a tus opiniones cuando las has expresado en aras de defender una legitimidad que es cuestionada por muchos. Y desde que he conocido la otra versión, analizo, me detengo, disecciono, sopeso… y no ladro como podría hacerlo hace años -aunque nunca fui extremista, ni radical… sí muy legalista, casi en exceso-. Por esa misma razón, porque sé que existen diferentes versiones y gente que sí que tiene claro cómo y por qué hacen su trabajo y el respeto que eso les merece, te digo que también hay defensores de este movimiento social y de otras alternativas políticas que creen honesta y firmemente en lo que hacen, que asumen que las mejoras sociales y económicas de nuestro entorno es cosa de todos, en la práctica, no sólo en teoría.
Al 100% de acuerdo contigo en los melodramas y fabricación de héroes ad hoc que caracteriza a una parte de España (ejemplos: el enlace que agregaste -del cual no digo su nombre para no hacerle publicidad-, la elevación a los altares de la gran mentira del camarero del Prado o Gordillo de los Bosques). Conclusión: cuando no hay leyendas, hay que inventarlas, aunque sea a costa de la verdad o el sentido común.
Existe una escala normativa(sin ir más lejos, en el Código Penal los delitos se hayan dispuestos según la importancia del bien jurídico protegido) para la clasificación de las normas, pero en modo alguno para que nadie decida cuál incumplir. Ahí es donde más de uno se confunde o se quiere confundir para servir a sus fines.
Derecho fundamental: no cuestiono el derecho fundamental a manifestarse, eso jamás lo encontrarás en mí. Pero, insisto, el 99% de los actos de los movimientos que he mencionado no fueron comunicados (art. 21, apartado 2º de la Constitución Española, siempre se olvidan de ese segundo apartado cuando la ponen de ejemplo, cachis) en modo alguno. Nunca. Jamás. Never. Rien. Y afectó a muchísima gente en Madrid, en Valencia, en Barcelona, en Málaga… En la capital de España fui testigo de una escena que igual hasta termina siendo un artículo, según me pille el día.
Y el ultimo comentario: en todos los ejemplos que me has puesto sobre Gordillo más los que yo he añadido sobre tonterías varias, ¿has visto a alguien de esos movimientos alzar su voz contra ellos para desligarse, para no verse mezclada, con la misma fuerza y publicidad con la que critica a la policía o a los medios de comunicación no afines? Ahí está el quid de la cuestión. Que el ciudadano que sale a la calle o se queda en casa pero tiene dos dedos de frente piensa: «Estoy de acuerdo con estos en muchas cosas,… pero se juntan con la gente equivocada».
Un abrazo
Será la propia sociedad la que se encargue de hacer el desbrozo, no te quepa duda. De toda esta aglomeración ideológica que carece de brújula para encontrar el norte, quedará lo que realmente importa, y es el hecho de que son bastantes -no me atrevo a decir muchos- los que están tomando conciencia de que sí que es necesario implicarse en las decisiones políticas que a todos nos conciernen.
El gran problema de este país es el analfabetismo político. Y con él y por extensión, el analfabetismo de la cosa pública. Todos saben. Todos hablan. Todos se quejan. La mayoría insulta. Gran parte, descalifica. Pero… ¡ojo! pregúntale a cualquiera de los que puedan coincidir contigo en una barra de bar tomando un café si sabe cómo se tramita una ley y para que sirven las comisiones del Congreso.
A todos se les llena la boca hablando de democracia, pero mira por donde, cuando sacan una foto del Congreso de los Diputados en la que se ve que medio aforo está vacío, los medios de comunicación encienden la mecha de una soflama peligrosamente cercana al anarquismo… Los habrá descarados, los habrá chupatintas, los habrá vagos y caraduras… pero también los hay que trabajan y lo hacen en sus despachos, en las comisiones legislativas… Esto es como lo de la mujer del César… Y no. Quien sabe cómo funciona el sistema, se percata de la manipulación perversa de los mass media.
Hay mucho apolítico, mucho mucho anarquista de pose, mucho irresponsable que vive de los coletazos de mayo del 68 y mira que ha llovido desde entonces.
La sociedad necesita un ordenamiento jurídico, necesita una organización, necesita una protección que garantice la seguridad ciudadana… y todo eso sale del mismo sitio. Por eso, sí que tienes razón en que parte de la gente que salió a protestar en el 15M y siguientes no sabía realmente ni tan siquiera el porqué de sus reivindicaciones… ni tampoco, que el ciudadano tiene unos derechos fundamentales pero también unos deberes para con el resto. Pero… aún con todo, la protesta, la reivindicación organizada, puede alcanzar sus frutos.
Eso sí… Si la moza con la que cenaste -literariamente o en la realidad, eso es lo de menos- pertenecía al comité jurídico del 15M, era consciente al 100% de qué normas estaban vulnerando… Ahí si que no entra en juego el analfabetismo político de los que hablan de terrorismo político o de los que proclaman que el actual gobierno ha secuestrado el Estado de Derecho…
La manipulación mediática genera ventas… la manipulación mediática fomenta la perdurabilidad de las dos Españas… la manipulación mediática vive de amedrentar al ciudadano de a pie… y de confundirlo. Una pequeña anécdota: ayer, cuando en la Ser dieron la noticia de que se había detenido al concejal de seguridad ciudadana de Fuenlabrada dentro de la operación Emperador, lo citaron en tres informativos seguidos como «han detenido a un funcionario público, el concejal bla, bla, bla…» Si algo tan básico como el hecho de confundir a un concejal con un funcionario público ocurre en una redacción de informativos… ¿qué no va a ocurrir con otras muchas cosas? ¿Y qué pasa después con estas cosas? Que la barbaridad ya está dicha y se queda grabada en el imaginario colectivo, otorgándole un valor similar, con el desprestigio que conlleva algo así para el mundo funcionarial.
Y ya no escribo más, :-)))
Te dejo con tus disquisiciones, tus artículos y tus anotaciones en la moleskine de turno…
Asombroso. Hemos llegado a converger en lo mismo y estoy de acuerdo contigo. No cambio ni una coma de tu último post.
Un abrazo
Jajajaja, :-)))
Es lo que tiene ser una rojales semi-perro-flauta que piensa demasiado…
Hace un momento he oido en la radio -no lo he pillado bien… sorry- que el Conseller d’Interior de la G.Catalana, en el cierre de un congreso de los mossos d’esquadra se ha permitido decir en su discurso que espera de ellos, llegado el caso, que sepan distinguir entre la legalidad establecida y la legitimidad… ahí queda eso. «Muchachos, aviso para navegantes… que sepáis que si nos prohiben hacer un referéndum y lo hacemos, tenéis el beneplácito de los que os mandamos para saltaros esa legalidad porque, por la voluntad soberanista que rezuma en cada rincón de este país, estáis legitimados pora saltaros a la torera lo que dice la Carta Magna»… esto último es mi interpretación…
La particular selección legislativa tipo «ésta cumplo, ésta no cumplo y ésta otra me la paso por el forro de…» ya no es sólo cosa de los que salen a la calle para ocuparla sin haber pedido autorización… Es que es para comenzar a darle patadas en el trasero y no parar, joder…
Ya ha salido en prensa… te dejo el enlace:
http://xurl.es/2y9e5
Tiene bemoles el asunto…