ANATOMÍA DE UNA NOVELA: ACERCÁNDOME AL JAZZ
Un sicario pianista de jazz. Ahí es nada. Eso me plantea un problema: creo que sé describir lugares y personas, pero ¿cómo describo la música?
Por suerte, en este campo poseo recursos. No propios, pero sí familiares. Llamo a mi primo, Ramón García, excelente pianista cuyos dedos han sobrevolado más teclas de las que él mismo puede recordar. Varias escenas, distintos ambientes y, siempre, Jon Cortázar al piano. Como un experimentado buscador de oro en el río, Ramón va cribando con impecable criterio composiciones hasta ofrecerme un selecto muestrario del que elijo las que creo que encajan mejor en la historia.
Ahora falta lo más difícil: acoplarlas a cada escena, a un gesto, a una mirada, a una intención. Ramón me describe su estructura, comparte curiosidades de la historia de tal o cual melodía, me da detalles de la vida de cada músico que la interpretó en el escenario y me corrige sobre las versiones escogidas para acoplarlas al ritmo narrativo.
Después de todo el proceso, se me ocurre crear una lista en Spotify —de análogo título que la novela— para que los lectores puedan escuchar las canciones que aparecen en determinadas escenas y así, en su imaginación, puedan recrearlas y moverse con soltura en ellas. Sentir plenamente la historia mientras a su alrededor oyen silbar la melodía de las balas.
Estimado Rubén:
Tu novela rezuma música en cada página. Música de diferentes estilos, países y épocas dependiendo del capítulo en cuestión, pero es indudable que el jazz forma parte importante, fundamental, en esta trama. No sé hasta que punto el asesoramiento de tu primo te ha influido a la hora de escribir, pero debo decirte que las escenas de Valencia, las nocturnas, en ese club tan inquietante como seductor, resuman jazz continuamente. Las manos de Jon Cortázar al piano, junto a sus compañeros de banda, «escriben música» en tus páginas.
Enhorabuena a ambos, a Ramón y a ti, por las atmósferas creadas.
Abrazos
Agradecido por tus palabras, José Luis, y feliz por saber que has disfrutado la lectura de esta novela. Un abrazo.
Hola Rubén:
Leída «La melodía de las balas». Permíteme comentar sobre ella:
La dicotomía de hablar en primera persona -el personaje- y en tercera persona es original. Desarrollas muy bien los diferentes contextos, los cuales te hacen situar claramente en ellos, sobre todo en Valencia, mi ciudad. Describes muy bien los sentimientos y los valores personales de los protagonistas. El jazz es la única nota agradable que envuelve al argumento. Es una novela dura y realista. Tiene un ritmo que no te da respiro, adictiva en una palabra y, como observación me ha gustado que hayas nombrado, de forma subliminal, tu novela «Hadas con tacones afilados» (pág. 52). Ha sido un honor conocerte.
El honor ha sido mío, Concha, faltaría más. No solo por conocerte y compartir un momento literario, sino por el hecho de que mi obra te haya llegado y la hayas disfrutado. Un verdadero placer. Te estoy muy agradecido.