EL NIÑO DE LA PEINETA
Le vi hará unos días. Apenas dos añitos, la melenita castaña y la inocencia propia de su edad acumulándose en sus encarnadas mejillas. El lánguido brazo extendido terminando en su prieto puñito, excepto el dedo corazón, que apuntaba, divertido y enhiesto, al paso de unos concejales en un acto festivo. Tú le sostenías y lo […]