ANATOMÍA DE UNA NOVELA: LA AMBIENTACIÓN (HISTORIA DE UNA IGLESIA).
La vida nos impone desafíos. En la novela los planteamos nosotros. Sólo la oscuridad contempla a Silvio y a Hugo dentro de la iglesia. A esas alturas del capítulo y de la trama ya debe estar claro el motivo por el que se encuentran allí durante una madrugada de primeros de abril, reducidos ahora a […]
SOLO UN MERCENARIO
Todo cazador suele serlo por parte de padre. No conozco ningún aficionado a la actividad cinegética que haya llegado a ella de manera espontánea. El gusto por la exploración, la paciencia para el rastreo y la persistencia en la búsqueda, amén de tener que venir de serie, se asientan definitivamente a base de contemplar durante […]
MEROS INDICIOS: PALABRAS MUDADAS
Hace poco tiempo mudé palabras. Ingentes cantidades de letras apiladas en las polvorientas hojas de una vieja colección de libros. Las hice trasladarse desde las estanterías del despacho de mi hermana hasta mi biblioteca, a unos quinientos kilómetros de distancia. Fue un viaje tedioso, aunque salpicado por la ilusión del tesoro recién descubierto. Los casi […]
NEGRAS PALABRAS
Con el transporte público urbano pasa lo que con los primeros amores. Todas las promesas iniciales de las administraciones implicadas (más vehículos, mayor frecuencia de paso y ese avance tecnológico que consiste en un sintetizador de voz anunciando serena e impersonalmente la siguiente parada, y al que por cierto odio con toda mi alma) finalmente […]
ANATOMÍA DE UNA NOVELA: EL ESBOZO
Las yemas de mis dedos, manchadas de tinta negra, bruñen la punta de la pluma por última vez. El esbozo de mi novela está casi listo y no conviene que un borrón a destiempo lo eche a perder. Pero ahí está: un joven policía obligado a resolver dos gravísimas situaciones sobrevenidas, una de las cuales […]
EL NIÑO DE LA PEINETA
Le vi hará unos días. Apenas dos añitos, la melenita castaña y la inocencia propia de su edad acumulándose en sus encarnadas mejillas. El lánguido brazo extendido terminando en su prieto puñito, excepto el dedo corazón, que apuntaba, divertido y enhiesto, al paso de unos concejales en un acto festivo. Tú le sostenías y lo […]